POEMAS MASONICOS

RUDYARD KIPLING

El Q:.H:. Rudyard Kipling nacio en Bombay, India el 30 de diciembre de 1865.

Inicio sus estudios en Allabad y los completa en los multiples viajes que realizo por Bengala, Birmania, China, Japón y Estados Unidos.

A los 20 años fue iniciado en la Resp:. Log:. "Esperanza y Perseverancia" Nº 782 del Valle de Lahore, alcanzando la Maestria el 6 de diciembre de 1887.

En 1907 obtiene el Premio Nobel de Literatura.

Escribió multiples obras, una de las cuales ha tenido repercusión internacional hasta nuestros dias como texto de educación para la niñez: "El Libro de las Tierras Virgenes". Este libro fue introducido por el Q:.H:. Robert Baden Powell en el Movimiento Scout Mundial y hasta la fecha constituye el marco simbólico y axiológico en el que se desarrolla la vida de los Lobatos, niños de 7 a 11 años que participan de las actividades scouts en todos los paises del planeta.

De entre la prolifica producción poetica masónica del Q:.H:. Kipling destacamos los siguentes escritos:

MI LOGIA MADRE

Rundle , el subteniente,

Beazle, el ferroviario y Achman, el intendente:

Donkin, el inspector, Blake, nuestro

buen Primer Vigilante -por dos veces Maestro-,

en la calle conversan con Edulgee, delante

de su tienda. Allí afuera, en el mundo profano,

dicen ceremoniosos"Señor" o "Mi teniente"...

Y dentro, solamente

"Hermano" mio. Hermano

sin gestos de obediencia o de poder.

Tras la puerta cerrada

de la estancia en que se unen el Templo y el Taller

todo lo han nivelado la escuadra y la plomada.

Rangos y vanidades han de quedarse fuera.

¡Al orden de aprendíz!... Llamemos y adelante...

Y entrabamos en Logia... La Logia en que yo era

Segundo Vigilante.

Hombres allí de todas las razas se han unido

bajo el nombre de hermanos;

con Bola, el contador, yo he conocido

a nuestro Jud Saul, que en Aden fué nacido

y a Din Mohamed, el que levanta planos

para las oficinas del servicio agronómico:

y en triple abrazo fraternal, en fin,

comulgaban el siquio Amir Singh

y Castro (¡un ex-católico!).

Pequeño el Templo y pobre:

una estancia desnuda

en una casa vieja, abierta sobre

la calle antigua, solitaria y muda.

bajo el altar dos bancos y delante

-simbolizando el ara de granito-

una trunca columna de madera...

Para cumplir estrictamente el Rito

teníamos bastante.

Y yo en la Logia era el Segundo Vigilante.

El Cuadro se reunía

en tenida mensual

y, a veces, en banquete fraternal

cuando alguno partía.

Entonces se solía

hablar de nuestra patria, de Dios... Mas cada cual,

opinaba de Dios segun lo comprendía.

Hablaban todos pero nadie había

que rompiese los lazos fraternales

hasta oir que los pájaros, dejando sus nidales,

cantaban a la luz del nuevo día

que lavaba de escarchas los cristales.

Tornabamos a casa conmovidos

y, cuando el Sol en el Oriente asoma,

nos ibamos quedando adormecidos

pensando en Shiva, en Cristo y en Mahoma.

¡Cuánto, cuánto daría

que llevar a otras Logias extrañas

el fraterno saludo de la mía!

Fui desde las montañas

a Singapore guiado por la estrella fraterna

que dentro de mi llevo...

¿Cuánto, cuánto daría

por hallarme de nuevo

entre las dos columnas de mi Logia materna!

Diera cuanto he tenido

por poderme encontrar nuevamente delante

de la puerta de aquella Logia donde he sido

Segundo Vigilante.

Recordando a mi Logia siento ganas

de volver a estrechar fuertemente la mano

de mis hermanos blancos y de aquel otro hermano

de color, que llegaba de tierras africanas.

Poder entrar de nuevo al Templo pobre

de mi Logia materna, a la estancia desnuda

de aquella casa vieja, abierta sobre

la calle antigua, solitaria y muda.

Oír al Guardatemplo adormecido,

anunciar mi llegada y mirarme delante

de aquel mi Venerable, del que he sido

Segundo Vigilante.

Allí afuera, en las calles, en el mundo profano,

todos eran "Señor" o "Mi Teniente",

Y dentro solamente

"Hermano mío", Hermano

sin gestos de obediencia o de poder.

Tras la puerta cerrada

en que se unen el Templo y el Taller

todo lo han nivelado la escuadra y la plomada.

¡Al orden de aprendíz! Llamamos y adelante.

Y entrabamos en Logia... La Logia en que yo era Segundo Vigilante.

POEMA FRATERNAL

Hermanos :

Cuando vayan mal las cosas

como a veces suelen ir;

cuando ofrezca tu camino

sólo cuestas que subir;

Cuando tengas poco haber

pero mucho que pagar;

y precises sonreir

aún teniendo que llorar;

Cuando el dolor te agobie

y no puedas ya sufrir...

Descansar, acaso debes,

¡Pero nunca desistir!

Tras las sombras de la duda,

ya plateadas, ya sombrías,

puede bien surgir el triunfo,

no el fracaso que temías.

Y no es dable a tu ignorancia

figurarte cuan cercano

puede estar el bien que anhelas

y que juzgas tan lejano.

Lucha, pués, pòr más que tengas

en la brega que sufrir

cuando esté peor todo, H:.

¡Mas debemos insistir!.

SI ...

Si puedes estar firme cuando en tu derredor

todo el mundo se ofusca y tacha tu entereza;

si cuando dudan todos, fias en tu valor

y al mismo tiempo sabes excusar su flaqueza;

si puedes esperar y a tu afán poner brida,

o blanco de mentiras, esgrimir la verdad,

o siendo odiado, al odio no dejarle cabida,

y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad;

si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey;

si piensas y el pensar no mengua tus ardores;

si el Triunfo y el Desastre no te imponen su ley

y los tratas lo mismo como a dos impostores;

si puedes soportar que tu frase sincera

sea trampa de necios en boca de malvados,

o mirar hecha trizas tu adorada quimera

y tornar a forjarla con útiles mellados;

si todas tus ganancias poniendo en un montón

las arriesgas osado en un golpe de azar,

y las pierdes, y luego con bravo corazón,

sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar;

si puedes mantener en la ruda pelea

alerta el pensamiento y el músculo tirante

para emplearlos cuando en ti todo flaquea

menos la voluntad que te dice ¡Adelante! ;

si entre la turba das a la virtud abrigo;

si marchando con reyes, del orgullo has triunfado;

si no pueden herirte ni amigo ni enemigo;

si eres bueno con todos, pero no demasiado,

y si puedes llenar los preciosos minutos

con sesenta segundos de combate bravío...

¡tuya es la Tierra y todos sus codiciados frutos,

y lo que más importa, serás Hombre, hijo mío!.

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